Estaba mirando las estrellas y descubrí, entre ellas,
la más bella de todas; mi amor era tan grande que la
estrella empezó a descender del cielo, y al cabo de poco
tiempo, la tuve en mis manos. Después sucedió otro
milagro, y entonces, mi alma se fundió con aquella estrella.
Me sentí tan inmensamente feliz que apenas fui capaz de
esperar para correr hacía el y depositar la estrella en sus
manos, como una prueba de amor. Pero en el mismo momento
en el que puse la estrella en sus manos, él sintió una gran duda,
la estrella se le cayó de las manos y se rompió en un millón
de pequeños fragmentos.
¿Quién de los dos cometió el error? Quién cometió el error
fui yo al pensar que podía darle mi felicidad.
la más bella de todas; mi amor era tan grande que la
estrella empezó a descender del cielo, y al cabo de poco
tiempo, la tuve en mis manos. Después sucedió otro
milagro, y entonces, mi alma se fundió con aquella estrella.
Me sentí tan inmensamente feliz que apenas fui capaz de
esperar para correr hacía el y depositar la estrella en sus
manos, como una prueba de amor. Pero en el mismo momento
en el que puse la estrella en sus manos, él sintió una gran duda,
la estrella se le cayó de las manos y se rompió en un millón
de pequeños fragmentos.
¿Quién de los dos cometió el error? Quién cometió el error
fui yo al pensar que podía darle mi felicidad.
La estrella era mi felicidad y mi error fue ponerla en sus manos.
Yo era feliz por el amor que emanaba de mi interior; él era feliz
por el amor que emanaba de sí mismo.
Tan pronto como lo hice responsable de mi felicidad, él rompió
la estrella porque no podía responsabilizarse de mi felicidad.
"No importa cuánto ames a alguien, nunca serás lo que esa
persona quiere que seas." M.R
por el amor que emanaba de sí mismo.
Tan pronto como lo hice responsable de mi felicidad, él rompió
la estrella porque no podía responsabilizarse de mi felicidad.
"No importa cuánto ames a alguien, nunca serás lo que esa
persona quiere que seas." M.R
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